Cuando la puerca tuerza el rabo
cuando se quede sin conejos la chistera
y decidas, por fin, llevar al dentista este caballo regalado
Cuando ya no haya piedras para tirar a la luna
y los perros se caguen en la puerta de mi casa…
Será el día claro cuando te vistas insomne,
maquillada de ojeras
y segura en tu confianza profeses
que lo has “pensado mejor”
Hazme el favor de adelantar trecho:
vete al diablo, que yo te sigo.
2 de marzo de 2006